Imagen: Ícaro y Dédalo Pintor: Charles Paul Landon Fecha: 1799 |
Planos de Leonardo Da Vinci |
El vuelo de Abbás Ibn Firnás |
una estructura en forma de alas de madera con telas de seda adornada con plumas de rapaces, se lanza de una torre y logra mantener vuelo durante varios minutos, pero cae en picada, esto fue observado por una gran multitud de invitados, su caída ésta vez le significó la fractura de sus piernas y por su avanzada edad ya no pudo experimentar las modificaciones que descubrió que debía hacer agregándole una cola como la de las aves.
Otro personaje que experimentó el vuelo con resultados bastante buenos fue el monje
Eilmer de Malmesbury, monje benedictino que tuvo a su alcance la segunda biblioteca más grande del mundo, lo que le permitió ser una gran estudioso de las Matemáticas y astronomía, seguramente ahí dentro de todo lo que leyó se interesó en la forma en que Ícaro y Dédalo intentaron escapar de su cautiverio logrando Dédalo volar por largo tiempo, o algún escrito que hablara de Abbás Ibn Firnás, fue así como realizó según lo que se rescata de lo escrito por William de Malmesbury, historiador del siglo XII de la misma abadía que nuestro personaje, en la crónica De Gestis Regum Anglorum (Hechos de los reyes ingleses) escrita en 1120 donde se describe que Eilmer estudió por bastante tiempo los vientos y presión atmosférica, con el fin de realizar un vuelo en perfectas condiciones, construyó unas alas con madera probablemente de sauce o fresno con una cobertura de tela fina, se sujetó de manos y pies, fue a la torre de la Abadía de unos aproximados 24 metros de altura a una distancia del río de unos 200 metros, esperó las condiciones de viento para poder lanzarse, se lanza al vacío y logra avanzar hasta el río todo esto debe haber durado por lo menos unos 15 segundos, pero un cambio en el viento lo manda en picada, resultando la rotura de ambas piernas, dejándolo cojo de por vida, impidiendo un segundo intento de vuelo con las modificación que planearía, sumado a esto llegó éste experimento a oídos del Abad, quien ordenó requisar todas las construcciones y planos, además de ordenar la prohibición de intentar volver a lanzarse a intentar volar nuevamente.
Elmer, el monje volador Fotografía © Andrew Dunn |
Hoy en día Abbás Ibn Firnás es reconocido en como el iniciador de la aeronáutica y si los experimentos que realizaron tanto Abbás como Eilmer hubiesen seguido, probablemente el desarrollo del vuelo hubiese empezado bastante antes que en el Siglo XX.